Martirologio Romano: En el monte Vósego (hoy Remiremont), en Burgundia, san Romarico, abad, el cual, siendo noble del rey Teudeberto, se retiró al monasterio de Luxueil y después fundó un cenobio en una propiedad suya, que el mismo dirigió.
Noble merovingio que perdió todas tierras en manos de la reina Brunehilda; por ello se convirtió en un vagabundo sin hogar. Su fortuna cambió y se convirtió en un rico terrateniente con muchos esclavos. Pero un día se encontró con san Amado y decidió renunciar voluntariamente a lo que previamente le había sido arrebatado por la fuerza.
Se hizo monje colombaniano en la abadía de Luxeuil dirigida por san Columbano de Bobbio. Después llegó a ser consejero del rey Teodeberto II, pero dejó la Corte y se retiró de nuevo a Luxeuil.
Dejó el monasterio para fundar en sus propias tierras la abadía de Habendum en los Vosgos, Burgundia, (después llamada Remiremont "Romarici Mons"), junto a un grupo de jóvenes monjes. San Amado fue el primer abad y Romárico el segundo. En el monasterio se cantaba la "laus perennis" en siete turnos. Amigo de san Arnulfo, obispo de Metz, al que recibió en su abadía porque se sintió atraido por la regla colombaniana y disgustado de la vida de la Corte. En 1051, el papa san León IX, que era un gran bienhechor de Remiremont, permitió que fuesen entronizadas las reliquias del santo.
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