Martirologio Romano: Conmemoración de los santos mártires de Alejandría Epímaco y Alejandro, que bajo el emperador Decio, después de una larga prisión y varios suplicios, fueron finalmente quemados vivos por su fe en Cristo. Junto a ellos sufrieron la pasión las santas Amonarión, virgen, Mercuria, Dionisia y otra segunda Amonaria, las cuales, por la vergüenza del juez que las mujeres obtuvieron lo mejor de él y ante el temor que, después de someterlas a suplicios inauditos, pudo ser vencido por su firmeza, ordenó que fueran decapitadas lo más pronto posible.
Según la Passio que se les atribuye, los dos cristianos, se obstinaron en rechazar la apostasía y a ofrecer sacrificios al emperador, fueron encarcelados en una terrible carcel llenos de cadenas. Después de muchos tormentos, Epímaco y Alejandro fueron arrojados en una fosa llena de cal viva, que los llevó a la muerte. Otros autores dicen que murieron en la hoguera.
En las Actas, las que escribe Dionisio de Alejandría, se dice: "Con estos murieron también cuatro mujeres. A Amonarión santa virgen, la mando atormentar el juez muy a porfía, pues había ella empezado a declarar que no pronunciaría palabra que él le mandase; y como hizo verdadero su dicho, fue conducida al suplicio. Las demás: la muy venerable anciana, Mercuria, y Dionisia, madre de muchos hijos, a los que, sin embargo, no amó por encima del Señor, por sentir el juez vergüenza de seguir atormentando sin objeto alguno y ser vencido de mujeres, murieron al filo de espada, sin pasar por los tormentos, pues los había sufrido por todas su abanderada Amonaria".
La historia de estos mártires se liga a una de un juez de Roma, llamado san Gordiano, que después de confesar su fe, lo enterraron en la tumba de Epímaco, que se encontraba en esos momentos en Roma, y que algunos celebran el 10 de Mayo.
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