Martirologio Romano: En Londres, Inglaterra, santos Edmundo Campion, Rodolfo Sherwin y Alejandro Briant, presbíteros y mártires durante el reinado de Isabel I, eximios por su fortaleza y carácter.
Edmundo nació en Londres en el seno de una familia que pasó por las diferentes religiones oficiales (católica y anglicana). Estudió en el Saint John’s College de Oxford, y cuando fue un brillante profesor de la universidad de Oxford, prestó juramento anticatólico en 1564. Sin embargo, mientras estudiaba a los santos Padres, asignatura que explicaba, se le impuso la evidencia de que la nueva reforma anglicana estaba en contradicción con la fe cristiana autentica. Su amigo el obispo de Glouscester, Richard Cheneym le había persuadido para que le imitase y se adhiriera exteriormente a la iglesia anglicana, aunque interiormente la aborreciera, y acepto la ordenación de diácono.
Pero Edmundo no pudo acallar la voz de su conciencia, y en 1568, prefirió dimitir antes que renovar en publico su adhesión a la reina; huyó a Irlanda y se fue a vivir a Dublín, frecuentando de forma clara las iglesias católicas. Sintiéndose espiado marchó a Douai, donde abjuró del anglicanismo e ingresó en el colegio inglés en 1569 donde se doctoró en Teología. Aquí conoció la paz y frecuentó la amistad de antiguos colegas de Oxford. Recibió las órdenes menores y el subdiaconado con la intención de hacerse sacerdote, pero sintió entonces la vocación religiosa y se marchó a Roma donde ingresó en la Compañía de Jesús.
Hizo su noviciado en Brno (Bohemia), sus primeros votos en Brunn (Moravia) en 1575 y fue profesor de Retórica y Filosofía en Praga donde fue ordenado sacerdote en 1578, dirigió la Congregación mariana y fue predicador latino. Solicitó volver a Inglaterra y para ello lo llamaron a Roma y en compañía de un grupo comandado por el padre Robert Persons, decidieron marchar a Inglaterra.
Disfrazado de joyero y en compañía del coadjutor Ralph Emerson, en 1580 llegó a las costas de Dover, allí se enteraron de la detención del beato Lucas Kirby, pero entre peripecias, desplegó su fructífero apostolado, teniendo como base la universidad de Oxford. Con sermones como "Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, no mis iglesias de Inglaterra o de Gales" y con escritos como “Diez razones en la causa de la fe”, despertó muchas conciencias de los neoconversos anglicanos. Todo esto llegó a los oídos de la reina, y se intensificó su persecución, y concretamente la de los jesuitas.
Fue detenido en Oxford, junto con Emerson, por la delación del espía George Elliot, un ex católico que, condenado por homicidio, había sido absuelto bajo la promesa de delatar a los sacerdotes papistas. Fue llevado ante la propia reina y se hizo circular el falso rumor de que había abjurado de su fe católica. En el proceso público lo negó todo, y se les acusó de alta traición en un juicio amañado. Tuvo el consuelo de convertir a su delator George Elliot, y de recibir en la Compañía, mediante un subterfugio, al joven Alejandro Briant.
En 1581, fue ahorcado y descuartizado en Tyburn, Londres, junto con Alejandro Briant y Rodolfo Sherwin; no sin antes haber predicho "Con nosotros condenáis a vuestros antepasados, a todos los que han sido la Iglesia de Inglaterra. Pero la posteridad nos juzgará rectamente".
Mientras el verdugo descuartizaba a Campión, un chorro de sangre salpicó la casaca del joven poeta san Enrique Walpole, que tuvo una profunda conversión, que se hizo jesuita y luego años más tarde murió mártir.
Rodolfo nació en Rodrsley en Derby hacia el 1550. Estudió en el Exeter College de Oxford (1568-1575), donde se hizo un experto en los clásicos. Una crisis espiritual le llevó en se tiempo al catolicismo y a su decisión de hacerse sacerdote. Acogido en la Iglesia católica, marchó a Douai como alumno del seminario inglés y allí fue ordenado sacerdote en 1577. Posteriormente pasó al colegio inglés de Roma.
En 1580 comenzó su viaje de regreso a Inglaterra junto con Edmundo Campion, Persons y otros, participando en la disputa que tuvieron en Ginebra con un ministro protestante. Llegado a Reims supo que sus nombres habían sido entregados ya a la policía inglesa, que no restó nada del celo que le animaba. Decidió proseguir solo hasta Inglaterra, allí se dedicó a un intenso trabajo, tuvo muy pronto un éxito pastoral notable. Meses después fue arrestado en Londres mientras predicaba; encerrado en la cárcel de Marshalsea, logró la conversión de varios presos. Fue llevado a la Torre donde le torturaron. Se le preguntó sobre todo sobre su relación con san Edmundo Campion, pero el nada respondió. La reina Isabel le ofreció un alto cargo eclesiástico si volvía al anglicanismo, pero él lo rechazó, por esta causa fue martirizado en Tyburn, Londres, después de besar la mano ensangrentada de su verdugo. Es el protomártir del venerable colegio Inglés de Roma.
Alejandro nació en el condado de Somerset en el seno de una familia campesina, fue enviado a Oxford a estudiar, y aquí conoció a Robert Persons, por cuya amistad ingresó con él en la iglesia católica y con él marchó al seminario de Douai en 1577. Volvió a Inglaterra en 1579 y empezó una fructuosa labor apostólica, reconciliando a muchos con la iglesia católica, entre ellos al padre de Persons. Capturado en 1581, este sacerdote diocesano que fue admitido en la Compañía de Jesús mientras estaba preso. Fue cruelmente torturado para que revelase donde se encontraba el padre Parsons y fue martirizado en Tyburn, Londres, junto a Rodolfo Sherwin y Edmundo Campión, también jesuitas, con la acusación de un complot imaginario. Tenía sólo 25 años y su muerte fue muy cruel, pues al estar la cuerda mal colocada, no se desnucó, sino que permaneció suspendido de la mandíbula y debió ser rematado. Probablemente fue despedazado todavía vivo. Fueron canonizados por Pablo VI el 25 de octubre de 1970.
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