Martirologio Romano: En Londres en Inglaterra, beato Eduardo Coleman, mártir, que, por convertirse a la fe católica, fue falsamente acusado de conspiración contra el rey Carlos II, fue ahorcado en Tyburn y descuartizado con la espada mientras todavía estaba vivo.
Fue la primera víctima del "complot de Titus Oates", cuya historia es la siguiente: el tal Titus Oates inventó una conspiración papista contra la corona inglesa y acusó de estar involucrados en ella los católicos británicos. Este complot se debió a despecho por haber sido despedido por los jesuitas de sus dos colegios de Valladolid y Saint Omer.
Eduardo era un noble de Suffolk, hijo de un pastor anglicano, que estudió en Peterhouse en Cambridge; convertido al catolicismo fue secretario de la duquesa de York, María Beatriz de Este; y este puesto fue el que hizo que Titus Oates se fijara en él para señalarlo como metido en la supuesta conspiración. Eduardo se presentó espontáneamente ante el juez para declarar que en efecto, él deseaba establecer en Inglaterra la libertad de cultos, pero que en ningún momento pensó en utilizar la violencia ni conspirar contra la corona, además se hallaba en Londres cuando le acusaron de estar en la falsa conjura que se le atribuía. Se le ofrecio la libertad si daba los nombres de los conjurados, él respondió que no podía conservar la vida a expensas de tamaña mentira. Fue ajusticiado en Tyburn con la falsa acusación de haber conspirado con una potencia extranjera para restaurar la iglesia católica en Inglaterra.
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