Martirologio Romano: En Ferrara, Italia, beata María Rosa de Jesús (Bruna) Pellesi, virgen, religiosa de las Hermanas Franciscanas Misioneras de Cristo.
Estuvo impartiendo clases y atendiendo enfermos en varios centros. Siempre buscó la voluntad de Dios y ser santa en todas las circunstancias. En la escuela de Cristo crucificado aprendio a sufrir y sobre todo a entregarse como ofrenda por amor. En el Hospital se comportó como un buen samaritano, ayudando a los demás enfermos con su palabra, con su sonrisa y con su sola presencia. Describiendo su experiencia hablaba siempre de alegría, amor e incluso de felicidad.
En 1946 se consagró a María. En 1947 tuvieron que operarla para eliminar las adherencias de un neumotórax y se vio afectada por una pleuritis con exudación. Desde entonce tuvieron que extraerle periódicamente líquido de la pleura, que se convirtió en una "fuente inagotable". Sufrió muchísimas operaciones, y en una de ellas, se le quedó clavada una aguja, que no se pudo extraer, y desde entonces la llevó clavada en el pecho como una "lanza" hasta su muerte.
En uno de sus escritos afirma: "Me abandono totalmente a Jesús. Me fío de él. Lo amo. Es un abandono vivido en una oración contínua y silenciosa".
A lo largo de 13 años llevó insertado un tubo de drenaje. Murió en la hora de las Vísperas. Fue beatificada el 29 de abril de 2007 por Benedicto XVI.
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